ANIVERSARIO DEL PATO OYARCE
Hoy se cumplen dos años desde que recibimos el golpe de la muerte del Pato.
Se lo llevó el otoño que al parecer necesitaba su música y su canto.
Amigo entrañable de conversaciones largas, interesantes, cosmopolita nacional de anécdotas y sentires nunca dejó de ayudar a sus amigos: con su amistad y su bolsillo.Esa es la verdad.
No hay que desconocer que Pato, más de una vez cooperó en nuestras vidas con aportes de su música, su verbo y económicos. No se puede desconocer noble y desinteresada faceta del amigo.
Parecía adivinar o presentír que se iría pronto cuando comenzó a ir al estudio de Canal Visual para dejar allí cuando viajaba, en variadas sesiones, estampadas las canciones que habituaba a interpretar.
Quedó el registro que fue complementado musicalmente por Sergio, su hermano músico, quien le agregó a su inseparable guitarra instrumentos modernos que dieron como resultado un disco dónde canta y demuestra que está vivo en todos nosotros.
Sus hermanos, sobrinos y amigos dejan en ese documento audiovisual el homenaje a este amigo que supo quedarse en el alma de quienes le conocimos y consideramos sus amigos.
Como nadie es profeta en su tierra se fue al Norte donde se desempeñaba como Contador Auditor en el mineral del Salvador. Desde alí viajaba incluso mas de dos veces al mes a visitar a los suyos:familiares y amigos.
No era raro escuchar que "viene el pato" y ese día adquiría una connotación especial porque ese pájaro de trinos dulces volaba a su nido que siempre con calidez le esperaba.
Hoy es un día más para quienes le recordamos siempre, pero especial la connotación de un nuevo aniversario de su paso a otra dimensión, donde desde su llegada se escuchan acordes y arpegios que anteceden a una romántica voz.
Hoy estamos los amigos junto a sus hijos, a Alice y Maximiliano, sus padres; a Ricardo y Sergio, sus hermanos y sus sobrinos.
Hoy debe ser un día de serena alegría, estemos allí como él hubiese querido le recordaran; como vivió, como caminaba por la vida: con sencillo y espontáneo gesto, con los brazos abiertos en un abrazo estrecho de amigo crónico, artesano de canciones, risa de volantines con sus ojos de amanecer.
Estemos con él una vez más, conversando y riendo dejemos pasar la noche...hasta que llegue su Aurora.

Divina y transparente, silenciosa
delicada y pura , deja que te bese el agua
para que desde tu vientre él escuche
cómo hablan los peces y susurra la brisa.
Dile cómo es el verde de los árboles
cómo juegan los tonos, los matices
y cómo vuelan silenciosas las nubes por el cielo.
Siente el velo del aire en tu espalda, como cae
en tu desnudez cándida de erotismo adormecido.
Toca tu vientre en círculos pausados
geómetra de sueños, madre vegetal
para antes de su primer vagido, silenciosa
adelantes en verde agua su bautismo.
Yo le bautizo con tu nombre de Madre
del Viento y del Río;
le santiguo con brizna de musgo húmedo
con gotitas benditas de rocío
para que sea feliz . . .
por los siglos de los siglos
Amén.